A estas alturas poco debe quedar por decir, toda vez que
expertos, periodistas, participantes y/o oportunistas de toda clase hayan
sentado cátedra sobre lo que fue, lo que es y será lo que se conoce como 15M.
Tal vez sólo quede proponer a la
ONU que el 15 de mayo sea el día internacional del activista
(si es que no existe ya, que no lo sé).
Esto será breve, tan sólo intento plasmar las conversaciones
sobre todo esto que he tenido conmigo mismo en los últimos tiempos desde la
perspectiva de un participante de todo este movimiento en una ciudad no
demasiado grande. Sí, hubo y sigue habiendo vida más allá de Sol y Plaça
Catalunya.
El primer tema que me planteo es el paso que se ha dado desde
el “No nos representan” hasta el “Sí se puede”. Sinceramente, no acierto a
comprender qué es lo que se puede y quién es el que puede hacerlo. En mi visión
de lo que se trataba hacer, mi implicación iba encaminada a contribuir a tejer
toda una red de sentimientos, saberes y esfuerzos que sirviera para iniciar un
camino hacia otra forma de ser y estar en la vida, muy alejada de la que
solemos experimentar en el día a día. En ese proceso comprendí que eso no
pasaba ni por la participación institucional ni por la construcción de
estructuras verticales. Pensaba y pienso que la cuestión debía basarse en la
autonomía de las personas dispuestas a emprender el camino y en la construcción
de un proceso colectivo edificado sobre el apoyo mutuo y la autoorganización.
Me gustaría pensar que lo que sí se puede es precisamente eso
pero, honestamente, creo que claramente se refiere nuevamente a la posibilidad
de alcanzar ese capitalismo amable del que históricamente nos vende sus
bondades la socialdemocracia.
Esto me lleva a otra cuestión, el hecho de cómo todo el
entramado mediático e institucional ha presentado el mayor logro, a su
entender, de todo esto. El cambio a nivel político (entendiendo por supuesto,
la política como aquello que hacen los partidos) que ha supuesto el 15M y su
máxima expresión: la irrupción de la nueva política plasmada en los
ayuntamientos del cambio y su nuevo partido. El tiempo dirá en qué queda todo
eso. Hasta la fecha tan sólo en pequeñas operaciones de maquillaje. Lo peor de
todo no es que esto se presente como el legado del 15M, sino que este hecho se
acepte mayoritariamente, incluso por los que se dejaban el alma gritando
aquello de que lo llaman democracia y no lo es. A mí me parece mucho más
cercano al espíritu visto en las plazas, la creación de muchos proyectos,
centros sociales y grupos diversos basados en todo aquello que comentaba
anteriormente y funcionando al margen de cualquier lógica sistémica. Por
supuesto, no esperaba ni espero que esto sea ensalzado por ese entramado
mediático encargado de modelar la opinión.
Siguiendo con esto, el otro día escuchaba, en un mass media,
una tertulia de políticos realizada con motivo de los 5 años del 15M. Naturalmente,
todos comentaban las consabidas obviedades pero, como sucede en muchas
ocasiones, fue el representante del PP el que puso (seguramente sin
proponérselo) sobre la mesa lo que en mi opinión es el asunto clave. Así tras
las manidas frases en las que aseguraba haber pasado por Sol y que sus vástagos
habían participado activamente, centraba la atención en lo que a él realmente
le asustaba de todo aquello. Por primera vez en muchos años existía una enorme
cantidad de gente que no había conseguido canalizar su malestar con el sistema
(con una parte de él o con su totalidad) por los conductos habituales que el
poder pone a nuestra disposición. Y no sólo eso, sino que estaban hablando de
organizarse al margen de toda lógica institucional.
Exactamente eso. No se trataba simplemente de protestar, que
también. Existía la necesidad de ir más allá, de imaginar otros caminos y
empezar a andarlos, sin importar la coyuntura política del momento y sin prisa,
tomando el tiempo necesario para conocernos y conocer. Esto es lo que se trató
de desarticular desde el principio y en gran medida se ha conseguido. Pero esa
vía abierta, sigue siendo recorrida por mucha gente y si es que existe algo
parecido al legado del 15M, sin duda es éste.
Imprimir
3 comentarios:
Como siempre hace el sistema lo que se ha intentado hacer es institucionalizar el movimiento 15M y para ellos se ha recurrido a "PODEMOS" CON PABLO IGLESIAS A LA CABEZA, él y toda su camarilla que hace cinco años decían "NO NOS REPRESENTAN" hoy participan con ellos, con esos partidos políticos que no nos representaban y colaboran con ellos dentro del sistema vertical sin ninguna clase de escrúpulos, a pesar de decir que ellos nunca montarían un partido político ¿y que es lo que han montado entonces? algunos hablan de movimiento asambleario, ¿que clase de movimiento es aquel que utiliza las redes sociales para hacer una asamblea? .A través de Internet no se puede manejar una asamblea como se quiera por hoy por hoy ellos no tienen medios para hacerlo, y si los tienen no lo demuestran.
Ahora ya no les importa pactar con el PSOE, IU, o con quien se tercie con tal de conseguir las tan preciadas poltronas ¿estos son los representantes del 15M como ellos dicen? no desde luego.
El espíritu del 15M lo encarnan todos aquellos que quieren un mundo mejor fuera de los partidos políticos, estado, gobierno y toda la parafernalia que les acompaña Pensaba y pienso que la cuestión debía basarse en la autonomía de las personas dispuestas a emprender el camino y en la construcción de un proceso colectivo edificado sobre el apoyo mutuo, respeto mutuo a la libertad individual y colectiva de cada uno, la solidaridad y la autoorganización o autogestion como lo queramos llamar. una sociedad horizontal.
Hola José Manuel
Totalmente de acuerdo con tu comentario. La táctica de la apropiación por parte del sistema para posteriormente desmantelar cualquier iniciativa es algo muy socorrido a lo largo de la historia.
Afortunadamente, como bien dices, el espíritu sigue ahí y son muchas las personas las que han iniciado otros caminos al margen de la institucionalización.
Saludos compa.
Hola Anónimo
Tranquilo, no me dejo engañar. Las elecciones siempre son un puchezaro, de hecho para eso existen para engañar y mantener la ilusión de que es el pueblo el que decide cuando la realidad es que todo está decidido de antemano.
Saludos.
Publicar un comentario