lunes, 21 de marzo de 2016

ÉSTA SÍ ES LA VIEJA EUROPA

Estaba dispuesto a no escribir nada sobre la barbarie de la guerra y sus consecuencias. Sinceramente, me faltan las palabras para expresar el horror al que día a día son sometidos, en la tan democrática y humanista Europa, los seres humanos que huyen de la muerte en Siria y unos cuantos países más. Hay mucha gente sobre el terreno, tratando de poner su grano de arena para paliar esto y además, relatando, filmando y dando testimonio de la atrocidad.
Sin duda, todo lo que vamos conociendo hace que le hierva la sangre a cualquier persona que conserve ni que sea una gotita de humanidad corriendo por sus venas, por lo menos así lo siento yo.
Es obvio, que es un tema con muchas aristas sobre las que se podría hablar: por qué sucede lo que sucede, la respuesta de los diferentes Estados, la de eso que llaman sociedad civil, la de personas anónimas, las guerras… Nuevamente, se puede encontrar mucha información sobre todo esto pero particularmente a mí, si hay algo que me revienta es ese cinismo con el que la opinión pública está tratando este tema (esa opinión interesada, diseñada desde los altos puestos de poder, transmitida incesantemente a través de los medios de comunicación, los líderes políticos y sociales). Repetida hasta la saciedad por legiones de incautos y asimilada por una inmensa mayoría. Ese enfoque acerca de que Europa está olvidando sus principios y sus valores, esa idea tan repugnante, en mi opinión, de que Europa es el adalid de los derechos humanos y de todo lo bueno que uno se pueda imaginar y que, por tanto, lo que sucede ahora mismo es una anomalía en el comportamiento de la humanitaria Europa.
Yo no lo creo, para mí ésta sí es la vieja Europa. La misma Europa cuya bandera siempre fue la de la superioridad moral e intelectual sobre el resto del mundo. La misma Europa que durante siglos ha explotado y devastado al resto de continentes. La misma Europa que mientras se vanagloriaba de sus derechos humanos, condenaba al resto del mundo a vivir fuera de la humanidad esclavizando y asesinando. La misma Europa que mientras defendía sus teorías sobre la igualdad, pasaba a cuchillo a todo aquel que quisiera hacer uso de esa igualdad para liberarse de su yugo. La misma Europa que alardeaba de demócrata mientras regía con mano dictatorial los designios del mundo. La lista sería y es interminable.
Lo que está sucediendo ahora mismo, es una nueva entrega de una vieja saga. Europa levanta de nuevo el estandarte del genocidio, del fascismo mal encubierto y todos sabemos que no es algo nuevo ni ocasional, ni siquiera es novedoso que todas estas barbaridades se cometan dentro de la propia Europa, esto forma parte de la marca de la casa.
Si echamos un vistazo a lo cercano, no hace falta ir demasiado lejos para poner ejemplos de esto. En España tenemos de sobra, desde las dos orillas: víctimas y verdugos.
Sólo hay que recordar el trato que sufrieron los españoles que cruzaron la frontera tratando de huir de la barbarie de la guerra y la respuesta que Europa encarnada en Francia ofreció: campos de concentración, hambre, enfermedades, devoluciones forzosas, muerte. Diría que se parece bastante aunque seguramente para los defensores de la democrática Europa aquello también fue una anomalía. Pero también somos verdugos y para eso ni siquiera hace falta remontarse en el tiempo. Aquí y ahora, España contribuye y de qué manera a la política fascista de la Europa humanitaria. Vallas, concertinas, prisiones ilegales donde se encierra a las personas por ser extranjera y pobre, devoluciones en caliente, tiros, muerte. Por no hablar del lucrativo negocio de la venta de armas a países amigos como Arabia Saudí para que puedan también allí seguir democratizando a la gente. Se podrían poner más ejemplos pero creo que queda claro.
Esto hace que todavía me parezca una mayor hipocresía que, desde aquí, se apoye ese discurso cínico sobre el cambio de rumbo de la democrática Europa. El colmo de esta hipocresía es ese tema de la banderita europea a media asta en señal de protesta por el acuerdo genocida con Turquía en los ayuntamientos progresistas o en los del cambio. Que sepáis que la otra banderita que ondea está igual de manchada de sangre, cualquier bandera representa una lógica de fronteras, de exclusión, de diferencia... que inevitablemente lleva al derramamiento de sangre.
La historia de Europa, es la del expolio, la del genocidio, la de la esclavitud, la de la supremacía, en definitiva es la Historia porque, ya se sabe que, la historia la escriben los que matan, no los que mueren. Por eso, esta Europa actual no es una anomalía, ésta es la vieja Europa, la de siempre.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, gracias, gracias. El mejor articulo que he visto en los ultimos meses. GRACIAS.

Quebrantando el Silencio dijo...

Gracias a ti por pasarte y comentar.

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola,

Lo primero que quiero decir es que lo que está sucediendo es realmente lamentable, como lo es toda emigración masiva forzada por algo tan trágico como una guerra (alentada, como todos sabemos y dejemos ya de ignorar la realidad, por el sistema financiero y los gobiernos de países de la propia OTAN, Israel o Arabia Saudí, donde gobierna la dinastía Saud, seguidora de una corriente llamada 'wahhabismo' con lo que eso conlleva).

Hablas de la vieja Europa, y sí, llevas mucha razón en que ha sido imperialista (en especial, los imperios holandés, británico, el imperio congoleño del rey de Bélgica, y en menor medida los imperios francés y español) han causado opresión y muerte, así como explotado a muchos seres humanos. Pero esto no ha sido exclusivo de Europa. Los musulmanes estuvieron muy implicados (de hecho aun hoy continúan estándolo) en el tráfico de esclavos. Mucho se ha oído hablar de los esclavos negros en los Estados Unidos por ejemplo, pero apenas nada de los europeos que fueron esclavizados por los musulmanes, quienes durante una larga época fueron dueños del Mediterráneo asentados en las costas de Berbería. Además, piensa en la rapidísima expansión del Islam. Obviamente, algo tan rápido, asolar el norte de África y llegar hasta la India en menos de un siglo, no tuvo que ser algo muy dialogado. No hablemos de historia, sino de lo actual.

Junto a los emigrantes sirios o magrebíes que quieren venir a Europa, entran terroristas, y tuvimos la prueba de ello no solo en los atentados de París y Bélgica, sino en los acosos sexuales masivos de Colonia y de muchas otras ciudades alemanas, checas, finlandesas, todo esto ocurrido el 31 de diciembre de 2015, en la nochevieja.

Dices que las fronteras implican muerte y conflicto, pero quizá si esas fronteras no existieran, ahora estaríamos arrasados por el Islam al completo. ¿Crees que esto es una broma? Yo no.

Sí, la OTAN y los gobiernos europeos tienen una responsabilidad directa en que haya crecido el yihadismo, por lo que deberían pagar e ir a la cárcel. Pero no son responsables los pueblos europeos que ahora ven aumentar el número de población islámica. Por supuesto que muchos inmigrantes son buenas personas. Pero, los musulmanes no se integran en su mayor parte, y se consideran una cultura, religión y partidarios de unas creencias y unas costumbres aparte, a las que no van a renunciar fácilmente. Entre estas costumbres ya sabes lo del trato a las mujeres en países que aplican la Sharía. Tienen conciencia de grupo, así que si unos cuantos terroristas organizan acciones, es probable que una alta cantidad de ellos se sumen. De esta manera, los musulmanes son utilizados, es lamentable pero es lo que sucede.

Que los pueblos de Europa no quieran admitir a tantos musulmanes en sus fronteras, no es fascismo, ni es nada que sea por odio al pueblo árabe, sino tomar conciencia de los peligros que tiene el Islam y el terrorismo. Comparto que deberíamos condenar a los culpables de genocidios como el de Libia, Irak o Siria, que ocupan altas esferas en puestos europeos. Pero tenemos que protegernos, de unos y de otros, y si hay que limitar el número de inmigrantes que entran aquí, se hace.

Un saludo!

paramisonenigmas.wordpress.com

Quebrantando el Silencio dijo...

Uff no se ni por donde empezar. Me parece increíble la argumentación que utilizas sobre terroristas que entran con los refugiados y lo de las violaciones etc. Paso de perder el tiempo con todo eso. En cuanto a la justificación de fronteras y demás por detener el islam me parece todavía más ridículo ¿Desde cuando las creencias se "detienen"?
Para mí todas las religiones son igual de absurdas y perniciosas, me da igual en que muñequito fantástico crean. Además a estas alturas de la película ya deberíamos dejar de confundir los términos: ser árabe no significa ser musulmán como ser europeo no significa ser católico.

Si no somos capaces de comprender que los seres humanos están por encima de creencias mal vamos, en fin.

De todas formas gracias por la visita y el comentario.

Anónimo dijo...

Hola, soy el mismo de antes.

Tengo que excluirme de lo último, yo distingo claramente lo que es ser árabe y musulmán, ser árabe significa ser de Arabia, mientras que los musulmanes existen en muchísimos países del mundo, de África, Asia, Europa y América.

Preguntas ¿desde cuándo las creencias se detienen?

Infórmate sobre las batallas que han detenido el Islam, o los musulmanes borraron de la faz de la Tierra el zoroastrismo, o cómo los españoles eliminaron los sacrificios humanos cometidos por los aztecas, y esto te podrá dar una idea.

Respecto a hablar de los hechos que suceden, no veo por qué ello es perder el tiempo. No todos los musulmanes son buenas personas, algunos de ellos son terroristas (y hay terroristas no musulmanes también) y sí, el Islam es seguido por millones de personas y Europa tiene una cultura distinta de la islámica.

Quebrantando el Silencio dijo...

Veo que no nos vamos a entender, matanzas en nombre de las creencias ha habido muchas y las habrá pero no han servido para nada desde el punto de vista de detener las ideas, sólo han servido para aniquilar a las personas.
En cuanto a hablar de los hechos, ni tu ni yo conocemos esos hechos más que por los relatos que de ellos hacen otros y cualquiera de los dos puede poner relatos que corroboren sus puntos de vista. Yo por mi parte prefiero huir de las verdades absolutas y de los que dicen poseerlas.

Saludos