En mi no
demasiado larga vida de activista he asistido y participado en
innumerables e interminables debates acerca de temas recurrentes como
la desmovilización social, las alternativas más o menos reales al
sistema predominante, las diferentes formas de organización, las
múltiples razones para organizar el enésimo frente popular y un
largo etcétera que seguro que muchos de vosotros podréis recitar de
memoria porque tengo la sensación de que no soy el único que ha
pasado por ahí.
Sin
embargo, qué pocas veces he asistido, ya no a debates públicos, ni
siquiera a pequeñas asambleas en las que se tocara un tema que en mi
opinión está en el principio de cualquier cambio que merezca la
pena ser llamado revolucionario. Es imprescindible acometer una
revolución más íntima, más personal que permita la posibilidad
real de, al menos, atisbar una revolución a nivel social.
Necesitamos realizar un ejercicio de revisión y sinceridad. Este
ejercicio es más exigible, si cabe, en aquellas personas que se
autoetiquetan como integrantes de eso que llaman “izquierda
revolucionaria” y no tienen la acuciante incertidumbre de tener que
buscarse la vida para comer a diario.
Es cierto
que hay muchísima gente que siente y vive una realidad en la que las
cosas no funcionan bien, una realidad donde cuesta muchísimo
esfuerzo y sufrimiento la imprescindible tarea de sobrevivir y eso
facilita sobremanera que no haya un esfuerzo de verdadera reflexión
y que se tienda a seguir cualquier alternativa que aparece con fuerza
en un momento dado. Sin embargo, romper este círculo es vital para
acercarnos a un horizonte revolucionario.
Este
ejercicio debe servir para revisar los paradigmas sobre los que
basamos nuestro pensamiento político sin miedo a descubrir que no
estamos de acuerdo con aspectos que, hasta la fecha, podíamos
considerar indiscutibles. Debemos ser capaces de romper los moldes en
los que circunscribimos nuestro pensamiento si son un impedimento
para avanzar y llegar a una comprensión mejor de la realidad que nos
ha tocado vivir. Nada es despreciable pero parece obvio que no todo
puede explicarse con teorías escritas hace cientos de años ni todo
puede basarse en seguir programas descritos a partir de esas teorías.
El hecho es que vivimos aquí y ahora y la realidad nos demuestra que
repetir esquemas pasados sólo nos conduce a cosechar fracasos y
frustraciones conocidas.
La
sensación que tengo es que esta revolución íntima se reprime desde
el seno de la gran mayoría de colectivos o agrupaciones existentes
porque claramente contradicen los objetivos que se plantean cuyo fin,
más o menos consciente, no es más que conseguir perdurar en el
tiempo y aumentar su campo de influencia, porque son conscientes que
si alguna vez alcanzaran los objetivos que dicen perseguir
desaparecerían perdiendo así su pequeña/gran parcela de poder e
influencia. Obviamente, esto no se hace de una forma descarada; sino
más bien con una refinada estrategia que consiste en identificar las
luchas a seguir y los logros a conseguir con ellas de tal manera que
refuercen la ilusión del avance pero sin producir cambios reales.
Esto es posible gracias a la falta de análisis personal de cada uno
y a la facilidad que tenemos para dejarnos arrastrar cuando lo
contrario exige esfuerzo y compromiso.
Lamentablemente,
estas dinámicas no sólo arrastran a la gente que mantiene una
militancia más o menos comprometida; sino que también abduce a una
gran parte de la gente que siente por vez primera que la injusticia
de la sociedad llama a su puerta y que hasta ahora creía lejos de
todo eso.
Nos encontramos ante una
situación en la que son muchos los que sienten la necesidad de alzar
su voz, los que creen llegada la hora de pasar a la acción aunque no
sepan bien qué significa eso. Cada día gente que, hasta el momento,
había permanecido en silencio se atreve a demostrar su malestar más
allá del salón de su casa (si todavía la conservan) o de la barra
del bar, y es precisamente aquí donde la labor de la revolución de
los paradigmas personales cobra vital importancia, porque de lo
contrario seguiremos cosechando multitudes desencantadas y quemadas
por el constante desgaste que exige estar siempre dejándonos la piel
por metas que otros nos marcan y que en última instancia, si se
consiguen, no llevan a nada más que a afianzar la dinámica
sistémica que es la causante de la injusticia que nos llevó a
movilizarnos.
En la actualidad,
seguimos envueltos en luchas y reivindicaciones dirigidas a multitud
de objetivos. Son tantas las agresiones a las que nos somete este
sistema inmoral y depredador que nos vemos impelidos a responder a
todo cuanto nos rodea. Esta actitud, muchas veces alentada por
agentes que, teóricamente, se oponen al sistema dominante, sólo
conduce al desgaste masivo de las personas que de buena fe dedican su
esfuerzo a ello, alentadas por lo que creen grandes victorias que no
son más que pequeños parches puestos en una brecha de dimensiones
inimaginables. Así nos encontramos con multitud de situaciones
cuando menos paradójicas como defender ciegamente el sistema
educativo público a pesar de repetir hasta la saciedad el papel
crucial que juega a la hora de moldearnos como los siervos perfectos
del sistema, o salir a la calle contra la extracción de petróleo en
sus diversas variantes y consumir constantemente dicho producto como
si apareciera de la nada.
No podemos estar
permanentemente yendo a la contra, en la calle protestando por
cualquier tema que nos lancen a la cara sin dedicar ni un sólo
minuto a reflexionar. No podemos pretender que nada cambie si no
empezamos por tratar de entender por nosotros mismos las causas de
aquello que nos oprime.
Desconfiad de aquellos
líderes mesiánicos que se pasan el día reclamando que la gente
salga a la calle sin otro plan que gritar: ¡Abajo el capitalismo!
Sin permitir ni un
segundo de reflexión.
Este sistema lleva siglos
perfeccionando sus mecanismos de control y dominación. Tiene sus
estrategias y un plan perfectamente definido, no podemos luchar
contra esto tan sólo con la voluntad de alcanzar un mundo mejor.
Como primer paso es imprescindible esa reflexión personal y esa
revolución íntima cuya principal condición a tener siempre
presente es que no es posible un verdadero cambio sin estar
dispuestos a perder todo aquello que creemos poseer, es más, no es
posible una verdadera revolución si no estamos preparados para
erradicar la posesión de nuestras vidas.
Esa revolución íntima
sólo será posible, no me cansaré de repetirlo, poniendo en primer
plano en nuestro modo de vida la coherencia
personal. Es la única manera de que cada paso adelante se mantenga
firme y resista el desgaste cotidiano al que nos vemos sometidos
constantemente.
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13 comentarios:
Totalmente de acuerdo, y, cuando uno se para a pensar, antes o después llega a esa conclusión: no voy a cambiar nada a menos que empiece el cambio en mi mismo. Si llega ese día en el que cada uno se cambia a sí mismo, no hará falta salir a la calle, ni gritar, ni quemar contenedores ni hacer sentadas pacíficas, no hará falta hacer nada.
Pero no es fácil, y tomo como ejemplo lo que has puesto de la queja por la extracción de petróleo. Necesito ir en coche al trabajo, para ganar dinero que me permita vivir, y también para comprar gasolina para echar en el coche que me llevará al trabajo y así entro en el bucle qyue quieren que entre... Hace falta un plan, un plan perfecto, ¿tienes tú ese plan para tu propia vida?
Hola Anónimo
Tengo que decirte que no tengo un plan perfecto para mi vida, ni siquiera estoy seguro de que algo así pueda llegar a existir.
Pero si creo que ese ejercicio de reflexión íntima es el imprescindible primer paso para vislumbrar algo parecido a lo que comentas. En cualquier caso, hay que poner bien claro el resultado de esa reflexión y tratar de ser todo lo coherentes que nos sea posble con ello.
Un saludo.
Muy buenas!!!
Quiero compartiros el correo que acabo de mandar a todos mis contactos:
Estoy muy contento porque acabo de ver este corto video que, MILAGROSAMENTE y por descuido al ser en directo, salió al aire hace cinco días en la TV mexicana. En él, una persona muy consciente y valiente hace un llamado a la cordura, para recordarnos que EL PODER ESTÁ EN EL PUEBLO, no en los políticos corruptos que no hacen nada bueno por los ciudadanos. No tiene ni un segundo de desperdicio, son verdades como puños una detrás de otra, animándonos a dejar de tener miedo y organizarnos de una vez, para cambiar la aberrante situación en que vivimos ahora mismo como seres humanos en este maravilloso planeta.
El video lo están CENSURANDO por todos lados, porque los que controlan los medios tienen miedo de que el pueblo despierte y les meta en la cárcel, con la ley y la constitución en la mano, por tanta corrupción y crímenes de lesa humanidad que han perpetrado. He tratado de subir el video a mi canal de youtube, pero no me dejan “a causa de un copyright”… Así que si sabes y puedes, bájatelo y cuélgalo en todos los sitios posibles que estén sin censurar (yo no tengo más cuentas en otra webs). Además sería estupendo que se tradujese a otros idiomas y que todo el mundo vea lo que hay que hacer para conseguir un mundo mejor: sencillamente CREARLO TODOS UNIDOS en paz.
Que yo sepa, el video ahora mismo sólo se puede ver (de momento, si no lo quitan) en:
http://www.frequency.com/video/les-dicen-sus-verdades-en-televisin/151878805/-/5-11800
En cualquier caso, la esencia está muy bien escrita aquí:
http://evolucionmexicana.net/tag/3er-congreso-nacional-ciudadano/
Porque ya está bien de comportarnos como avestruces, tenemos que mirar sin miedo lo que tenemos delante de la narices y actuar en consecuencia. Como leí el otro día en un foro, en el que una persona también muy consciente comentaba sobre el “golpe de estado” llevado a cabo en Venezuela por parte de EEUU:
“Me da gracia como se pelean, mi amo es el mejor !! NOOO, NOOO, el mejor es el mío, mi amo es bondadoso… Saquen la cabeza del balde de una vez !!! Son políticos, son todos corruptos, todos psicópatas e incompetentes. Pónganse los pantalones de una buena vez, reclamen su soberanía personal, nada de amos por más bondadosos que se digan.
El mundo está como está por la cobardía de los que no pueden vivir sin un amo que les mande, que les robe y que de tanto en tanto les de unas caricias en la cabeza. No necesitamos políticos, no necesitamos ejércitos, no necesitamos a las estúpidas religiones, lo que necesitamos es que millones y millones de idiotas atemorizados dejen de sentir miedo.
Y ya basta de que si son comunistas o son fascistas, o de derecha o de izquierda!! ¿Acaso no se dan cuenta que bajo el gobierno de unos u otros los únicos que siempre están jodidos son ustedes? ¿Acaso no se dan cuenta de que ustedes se pelean con sus vecinos o familiares por esas estupideces, y ellos andan a los abrazos y alternándose en el poder? Son rarezas los juicios a políticos para determinar lo robado y castigarlos. Cuando un político va a prisión es porque está mal de salud y le montan un hospital privado de lujo, a la masa idiota la dejan contenta diciendo que está preso y son tan idiotas que ni miran que en realidad lo están cuidando, después de todo es uno de ellos…
Derecha e izquierda son dos caras de la misma moneda, dos formas diferentes de robar, dos métodos de lavado de cerebro. Despierten de una vez !!!
Te aclaro, no soy anarquista en el sentido de formar parte de algún colectivo, es más, me he peleado en forma violenta con colectivos anarquistas porque son más cabeza hueca que el resto por lejos, viven encerrados en su lucha con los poderes represivos del estado y pensando en como mejorar la bomba molotov, son incapaces de crear algo que se salga del molde de propuestas culturales obsoletas del siglo XIX, no tienen ni puta idea del mundo en el que viven.
No soy anarquista, nunca me vas a ver levantar una bandera, nunca me vas a ver en una ridícula marcha. Tampoco nunca me vas a ver pisar un banco, no hago trámites en el estado, no voto a pesar de que en mi país dicen que el voto es obligatorio, bueno, que vengan y me obliguen…
No participo en el circo, soy un tipo normal que mantiene y educa a su familia en condiciones dignas, que se da algún gusto de tanto en tanto, como viajar, y que no colabora con el estado.
Si tengo algo especial, por raro más que por fantástico, es que no tengo miedo y me valgo por mi mismo, por ejemplo nunca me vas a ver trabajar para un patrón, si puede ser que me veas trabajar de igual a igual con socios, nunca empleados. No es tan difícil, una vez que el miedo se va todos podemos ser más libres, y una vez que nos damos cuenta de qué se trata, la libertad y las posibilidades son infinitas.
Esto no lo soluciona una marcha, esto no lo soluciona un político o un grupo de ellos, esto lo soluciona una masa crítica de gente abandonando el miedo a todo y a todos que la sociedad te impone, ahí están las cadenas que te aprisionan, en el miedo, una vez liberado las posibilidades son infinitas.
Así que Martín, abandona ese miedo que te lleva a confiar en ideologías truculentas para sentirte protegido o respaldado detrás de un colectivo, nada de eso es necesario, son sólo más cadenas que te pones.
El padre de mi patria, José Gervasio Artigas dijo una vez: Con libertad ni ofendo ni temo…”
Gracias por compartirlo, es muy necesario.
Salud y Unidad.
P. D.: Y si aún tienes tiempo y ganas, este artículo está genial:http://gazzettadelapocalipsis.com/2014/02/26/conspira-por-favor/
http://ranchitoacuario.jimdo.com
Hola
No entiendo demasiado bien los comentarios anteriores y ni siquiera estoy seguro de que estén escritos con la intención de figurar aquí, pero en fin ...
Muy interesante tu planteamiento. Yo soy de la opinion que si la revolución no ha sido hecha previamente en uno mismo lo que salga es un "quítate tu que me pongo yo". Comprensible, pero la historia demuestra que es estéril.
Si , es verdad, si lo hacemos por esta via nunca haremos un cambio político, social, pero ¿ El cambio merece la pena?
No se quien fue el que dijo que" todo lo que no se hace por amor... Se acaba haciendo contra el amor"
Ser uno mismo el cambio quevquirespara el mundo que diría Gandhi, es un largo camino... Pero...
Hola unsui
Merecerá la pena si como bien dices lo hacemos por amor, en su sentido más amplio.
Por eso es necesario que ese cambio nazca de la conciencia personal y no de la necesitad inmediata porque así es como ocurre lo que comentas del "quítate tu pa ponerme yo".
Un saludo y gracias por estar ahí.
Gracias, es la primera vez que te leo y me ha encantado. Muy bien explicado. Opino que parte de la ceguera que hace posible este sistema autoagresivo radica en el miedo a conocer nuestros defectos y en última estancia, a querernos a nosotros mismos como punto de partida.
Buenas noches: estoy de acuerdo contigo, en la necesidad de reflexionar, de ser coherente y consecuente, y ademas de aprender de la historia de la humanidad, de las luchas de nuestra clase y nuestros pueblos por emanciparse, por ser los protagonistas de su historia, por conquistar la felicidad a la que todas y todos tenemos derecho.
Pero tambien es cierto que uno de los problemas de la llamada izquierda son las reuniones interminables sin llegar a conclusiones, ni a adopcion de medidas de acciones concretas como consecuencia de esas reflexiones y debates... algo que "quema" a gran cantidad de militantes, a la vez que no hay interes por parte de las direcciones de las organizaciones politicas mayoritarias de esa izquierda en elevar el nivel ideologico de sus militantes y simpatizantes, solo quieren tener soldados que peguen carteles, y sean sumisos a la direccion.En lugar de tener cuadros bien formados con bapacidad de decision, con iniciativa en cada lugar..., son los primeros que durante la transicion salen de esas organizaciones.
Hoy es cierto que necesitamos esa reflexion esa coherencia a la que te refieres, pero tu tambien sabes que es haciendo el camino donde se doman los zapatos, donde se forman los mejores cuadros, donde se desarrolla la solidaridad, en las lucha obreras y populares es donde hemos visto las mayores transformaciones personales, y hoy es mas tiempo de salir a la caye, de reflexionar colectivamente, de tomar desiones colectivas y llevarlos a cabo, que de quedarse en casa reflexionando haber quien nos engaña.
Un poco de olfato de clase, tener mas o menos claro que losexencial es la defensa de los intereses de tu clase, y la conquista del poder por esa clase y ese pueblo, que tu organización es una herramienta para conseguir esos objetivos y no al reves... Por que mientras miramos si son galgos o son podencos, y/o nos miramos el ombligo el enemigo de clse y sus complices estan acanbando con nostros, con nuestra gente... Por eso y mientra seguimos reflexionando caminemos, uniendo nuestros hombros, como decia Labordeta, y el 22 de Marzo a llenar Madrid de Dignidad de rabia de coraje, de rabia, de solidaridad..., para intentar poner fin a la agresion que venimos sufriendo desde hace decadas por parte de los gobiernos e instituciones al servcio de la gran patronal... Reflexionemos mientras avanzamos.
Saludos fraternales, salud y poder popular
espinodefuego
Hola Cañaverales
Bienvenidx al blog, gracias por pasarte poraquí y dejar tu opinión (que comparto).
Hola espinodefuego
Comparto tu afirmación de que la reflexión debe hacerse también a nivel colectivo y desde luego es la calle el lugar correcto. Gran parte del problema como comentas es cuando esas supuestas reflexiones colectivas se hacen en lugares accesibles sólo a las jerarquias de las organizaciones y se olvidan de lo que realmente necesitamos, esa unión de la que hablas frente a los opresores.
Por otro parte, tienes razón cuando dices que quema mucho sólo hablar y hacer poco. Sin embargo, desgasta más en mi opinión hacer mucho sin objetivo alguno que es a lo que parecer que nos dedicamos en los últimos tiempos. Se han abierto tantos frentes de lucha que la gente se va especializando y en lugar de una gran lucha contra el sistema opresor y el Estado que lo sustenta nos ahogamos de tanto gritar consignas para cada situación.
A pesar de todo soy optimista y confío en el trabajo y el coraje de tanta gente dispuesta a perseguir el sueño de un mundo mejor para todxs.
Un saludo, amigx.
Hola, te he nominado al “The cracking Chispmouse Bloggywog Award”.
Desde: paramisonenigmas.wordpress.com
Suerte!
Muy interesante artículo, desde luego que debemos revisar nuestros propios modelos de pensamiento y creencias.
Muchas veces subconscientemente auto limitantes, de nada sirve centarnos en lo que no nos gusta ni dejarnos manupular por aquellos su instrumento principal es la queja y la pataleta.
Como bien dice el autor hay que reflexionar.
La revolución empieza desde luego desde la autorevolución.
La realidad de afuera según el Bhagavad-guitá, no es mas que una proyección de lo de adentro de nostros.
Dice Henry David Thoreau que Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación.
Así esta ese subconciente colectivo. Afortunadamente no es mi caso, por que no veo la vida como una lucha de supervivencia.
Cambiando lo de adentro cambiaremos lo de afuera, pero para eso hace falta una profunda reflexión, enfocar nuestra atención en lo que queremos no en lo que nos disgusta y sobre todo actuar, la revolución empieza en cada uno de nosotro de hecho es una RE-EVOLUCIÓN.
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