Goldman Sachs se define a sí mismo como el líder mundial
en banca de inversión, intermediación y gestión de activos cuya cartera de
clientes la componen empresas, instituciones financieras, individuos con rentas
muy altas y gobiernos.
Cualquier
persona que haya leído un poco por encima los periódicos de los últimos años
daría una definición bien diferente sobre este banco, que más o menos podría
ser así: Goldman Sachs son una banda de terroristas económicos, líderes
mundiales en su campo cuya clientela son ellos mismos y unos cuantos gobiernos
y empresas que en un ataque de codicia creen aliarse con el bando ganador y
acaban por maldecir esa alianza.
¿Qué
es una banca de inversión?
Ésta
es la gran pregunta a la que estoy seguro que ni los que se dedican a ese
negocio pueden responder con total seguridad. Por lo que respecta a quienes
vivimos ajenos al mundo de la ingeniería bancaria podemos decir que, a
diferencia de la banca comercial (el banco de la esquina donde con suerte a
estas alturas ingresas la nómina y sacas dinero en el cajero), éstos no tienen
sucursales ni cuentas de ahorro. Su negocio está en sacar empresas a bolsa,
diseñar y ejecutar OPAs, fusiones, ventas de divisiones entre empresas,
emisiones de bonos y más tipos de operaciones de gran volumen en los mercados
financieros. Lo cierto es que lo que hacen esta gente no tiene nada que ver con
la economía real, su juego está en el dinero ficticio que no se apoya en ningún
valor tangible, es por ello que una supuesta quiebra de uno de estos grupos de
piratas económicos no debería afectar en nada a la economía real de un país. Sin
embargo son capaces de hacer ponerse de rodillas a cualquiera y manejar
totalmente el mundo financiero y, por ende, nuestras vidas.
Entonces,
¿cómo es posible que Goldman Sachs que no produce ningún bien, no tiene el
respaldo de millones de clientes sea una de las empresas que más beneficios
anuales obtiene en todo el planeta?
La
respuesta es muy sencilla. Han entendido perfectamente cómo se juega a esto y
se han hecho los reyes del mambo gracias a varios personajes con un cerebro
brutal para las estafas económicas y un corazón de piedra. Además han sabido
combinar perfectamente la dualidad corporación-Estado. Varios presidentes de
Goldman Sachs han hecho el camino de ida y vuelta entre el banco y diferentes
gobiernos, el caso más sangrante es el de H. Poulson que pasó de director de
Goldman Sachs (trabajaba en GS desde 1974) a Secretario del Tesoro
norteamericano con el gobierno de George W. Bush y fue el encargado de dirigir
el rescate con dinero público de la banca privada norteamericana (por supuesto
llevándose GS los mejores réditos). En Europa tampoco ha sido diferente la
historia, y en los últimos años hemos visto como hombres de Goldman Sachs han
ocupado puestos más que relevantes:
En primer lugar,
Mario Draghi, actual presidente del BCE, fue vicepresidente de Goldman Sachs
para Europa de 2002 a 2005, ascendido a socio y nombrado responsable de
empresas y deuda soberana de los países europeos. Dentro del trabajo
comprendido en esas nuevas responsabilidades estuvo la magistral actuación
llevada a cabo en Grecia, comentada más adelante.
También tenemos a
Lucas Papademos (primer ministro griego impuesto por la Troika en 2011), que
fue gobernador del Banco Central griego entre 1994 y 2002 (aunque ya era su
economista jefe desde 1985) y desde entonces hasta 2008 vicepresidente del BCE.
Su posición en el Banco Central griego le hace cómplice indispensable en la
operación de maquillaje que GS hizo sobre la deuda griega.
Por último (aunque
hay muchos más), tenemos a Mario Monti (primer ministro italiano también
impuesto por la Troika en 2011) que fue asesor de Goldman Sachs en la época en
la que se dedicaron a enriquecerse maquillando la deuda griega.
Vale,
ahora veamos algunas de las artimañas que estos carroñeros utilizan para
enriquecerse sin control. Para ello echemos un poco la vista atrás. A estas
alturas todos somos un poco expertos en economía gracias a la estafa, que el
gran capital llama crisis, que tenemos encima desde hace un tiempo. La verdad
es que gran parte de la culpa la tiene la gente de Goldman Sachs (lo cierto es
que hay muchos otros pero ellos están a la cabeza con diferencia). Básicamente
esta gente se dedica a captar el dinero de cualquier entidad o ricachón y a
invertirlo en beneficio propio y si para ello su cliente tiene que perder, pues
pierde, cosa que nos daría igual si no fuera porque en el camino nos hunden más
y más en la miseria.
Vamos
a ver algunos claros ejemplos de cómo trabaja esta gente:
- En la última década estos delincuentes trajeados han
creado la mayoría de los artificios de inversión que ha enriquecido enormemente
a Wall Street, a pesar de que con ello han demolido la economía real. Ellos
fueron los principales responsables de la estafa de las hipotecas subprime y lo
hicieron con el mejor truco para ganar: apostando a los dos bandos. Por un lado
colocaron miles de millones de dólares en hipotecas que sabían que no iban a
ser pagadas y al mismo tiempo acapararon los seguros de impago con lo que el
resultado fue el siguiente: ganaron miles de millones vendiendo las hipotecas a
costa de otros bancos y Estados y volvieron a ganar al poseer los seguros de
quiebra a costa de arruinar a AIG (la mayor aseguradora del mundo). Cuando todo
esto explotó, Goldman Sachs no tan sólo salió indemne si no que se permitió el
lujo de repartir beneficios multimillonarios entre sus directivos gracias al
rescate con dinero público que aprobó Henry Poulson como Secretario del Tesoro.
El propio Poulson había sido uno de los principales culpables de la crisis
cuando años atrás había estado al mando de las operaciones de Goldman Sachs.
- Otra obra maestra de esta banda de criminales: Grecia.
En los inicios de este siglo Grecia quiso adherirse a la moneda única europea y
para ello tenía que cumplir con una serie de condiciones entre las que estaba
reducir su deuda pública hasta el estándar aprobado por la UE. Como esto era
imposible decidieron dar cancha a los magos de Goldman, estos olieron la sangre
y no perdieron un minuto en formular un plan para que el gobierno griego
pudiera ocultar el alcance de su deuda del sector público ante la Comisión
Europea y ante los propios griegos. El plan consistía en canalizar el capital
de inversores súper ricos a las arcas del gobierno griego. A cambio éste
accedió en secreto a que los inversores se embolsaran durante 20 años los
ingresos anuales generados por bienes públicos como los aeropuertos. Como
consecuencia de esto, en pocos años un Estado soberano se ha visto en la bancarrota
y obligado a dejar el control de sus riquezas a la UE y al FMI (ojo que a lo
mejor es peor el remedio que la enfermedad, que ya sabemos todos cómo se las
gasta el FMI). Por este pequeño trabajo Goldman Sachs se retribuyó con 300
millones de euros salidos de los bolsillos griegos.
- En 1999 Goldman Sachs, demostrando su posición de poder
en este sistema, llegó a un acuerdo con
Bill Clinton (entonces presidente de los USA) para desregular el mercado
alimentario. ¿Qué significó esto? Hasta ese momento sólo intervenían en las
operaciones de compra–venta productores y vendedores de productos alimentarios
(desde luego, no era el mejor de los sistemas pero en cierta manera tenía su
lógica). A partir de la operación de estos terroristas en 1999, en los mercados agrarios no sólo participan compradores y
vendedores interesados en el alimento, sino que intervienen figuras que nada
tienen que ver con la comida que se dedican a especular con los precios
comprando y vendiendo contratos a futuro cuantas veces quieran.
Esto quiere decir que el precio
de los alimentos deja de estar sujeto por la ley de la oferta y demanda real
(ya sabemos que esto es una mierda, pero es que lo de ahora es directamente
criminal), y pasa a estar supeditado a los grandes inversores que hacen y
deshacen a sus anchas.
A
partir de ese momento, el negocio sobre los alimentos no ha hecho más que
crecer y la especulación sobre los precios a través de los “futuros” ha
provocado más hambruna y muerte que cualquier catástrofe natural a lo largo de la
historia. Especialmente, desde la caída del sector inmobiliario, la
especulación sobre los precios de los alimentos (con sede, sobre todo, en la
bolsa de Chicago) se ha incrementado enormemente. Sólo en el periodo
comprendido entre 2003 y 2008 había aumentado la especulación en un 1900%,
pasando de un valor de 13 billones de dólares a 260 billones de dólares. Si tomamos el incremento de la inversión especulativa en
alimentos en el período 2010-2011, y el incremento de las personas que han sido
arrastradas a la extrema pobreza por el incremento de precios en el mismo
periodo, tendremos que por cada 314 € de inversión especulativa se empuja a una
persona a la pobreza y el hambre.
Estos
son sólo algunos ejemplos del trabajo de este banco pero creo que es imposible
hacerse a la idea de todo lo que llegan a estafar por el mundo. Vamos a
intentarlo mirando el beneficio neto que obtuvo esta empresa en 2009 (en plena
crisis financiera) y comparándolo con otras corporaciones.
Una
de las compañías más grandes del mundo es Wal-Mart con unos ingresos de más de
400.000 millones de dólares en 2009 y unos beneficios netos de 14.335 millones
de dólares. Goldman Sachs que ni produce ni opera con ningún bien tangible,
obtuvo unos beneficios netos de 13.385 millones de dólares, muy por encima de
megacorporaciones como Pfizer (8.635 millones de dólares), Coca cola (6.824
millones de dólares) o Chevron (10.483 millones de dólares).
Por
si todavía no veis claro el peligro que representa esta compañía para el buen
funcionamiento de la humanidad os voy a dejar con una última noticia que en su
momento pasó bastante desapercibida:
Tres
semanas antes del increíble desastre ecológico producido por BP en el Golfo de
México, Goldman Sachs vendió el 43.7% de sus acciones en BP por valor de unos
250 millones de dólares ¿Acaso son adivinos? No lo creo. Por las informaciones
aparecidas en varios medios existían unos informes internos de la compañía
petrolera en los que, poco más o menos, se venía a decir que la situación de la
plataforma era una locura y era probable sufrir algún tipo de incidente.
Curiosamente uno de los directivos de BP (Peter Sutherland) es el presidente de
Goldman Sachs International. Una vez más estos carroñeros se aprovecharon de su
privilegiada posición y apostaron a dos bandas vendiendo casi la mitad de sus
acciones y conservando el resto para cubrirse las espaldas.
Por
supuesto, todo lo aquí expuesto no significa que esta gente domine el mundo y
todo lo que pasa se debe a sus planes maestros, sin embargo, hay que reconocer
que tienen un peso muy específico en ese concepto al que tanto se recurre en
los últimos tiempos: los mercados. Y es precisamente en nombre de estos
mercados en el que se desarrollan toda una serie de políticas perfectamente
diseñadas para traspasar la riqueza de abajo hacia arriba dejando a la inmensa
mayoría de la población mundial en una situación de indefensión absoluta.
Además son una de las caras más visibles y uno de los ejemplos más claros del
carácter carroñero del sistema capitalista que rige el mundo.
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