Cerca del 30% de la población del
Estado viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Millones de personas a las
que se les niega la oportunidad de ser poco menos que esclavizadas a cambio de
un salario que les permita malvivir. Miles de familias despojadas de su
vivienda y abandonadas a su suerte. Cientos de miles de seres humanos a los que
se les niega la asistencia médica gratuita. Miles de personas, sobre todo gente
mayor, estafadas y robadas por la banca. Millones y millones de personas
obligadas a dar gracias cada día por tener la inmensa suerte de trabajar y
poder malvivir día a día con la incógnita de no saber qué pasará al día
siguiente.
Frente a esta situación que es
infinitamente más dramática de lo que describen estas líneas, llevamos días
oyendo que nos han rescatado (bueno que han rescatado a la banca pero por lo
que parece en los últimos años decir banca es decir pueblo). Nos han rescatado, sin embargo cada día nos
ahogamos más.
A estas alturas, la mayoría de
personas con un mínimo de inteligencia lo tenemos claro, aún así hay que
decirlo alto y claro: esto no es un rescate más que para los grandes
capitalistas que nuevamente se apropian de las ganancias del pueblo mediante
leyes que ellos mismos promueven a través de sus instituciones democráticas. Ni
siquiera es el primer rescate a la banca puesto que a estas alturas ya llevamos
una cifra mucho mayor inyectada en los bancos.
De hecho esto es una práctica
habitual del sistema. Durante años se ha regalado dinero público a la banca
privada a cambio de nada, y no sólo a la banca sino que también se ha hecho con
todo tipo de empresas que en su día fueron públicas y se regalaron al mejor
postor para posteriormente convertirlas en poderosas multinacionales gracias al
dinero, el trabajo y las leyes puestas a su servicio por los diferentes
gobiernos de la nación.
El resultado de estas tropelías
siempre ha sido y seguirá siendo el mismo: traspaso de recursos públicos a la
empresa privada y pérdida de derechos sociales y laborales para el pueblo.
Este mecanismo engrasado siempre
ha funcionado gracias al buen hacer de los políticos, cada uno en su papel. En
todo el espectro político parlamentario oímos esos falsos discursos en contra o
a favor de estas políticas dependiendo del momento. Todos estos discursos
siempre tienen un elemento en común, jamás cuestionan la esencia misma del
sistema y varían entre la depravante honestidad de un Rajoy presentando como un
éxito absoluto el rescate financiero (no hay que dudar de que desde su punto de
vista y de lo que él defiende lo es) y la increíble desvergüenza de la
izquierda radical que se opone al rescate pero ve imprescindible el no dejar
caer a los bancos.
A estos discursos políticos van
unidos sus correspondientes discursos periodísticos que amplifican hasta la
desfachatez las ideas de este régimen partitocrático y manteniendo a la inmensa
mayoría de la población en un estado semicatatónico que se encargan de
redondear con las innumerables “gestas” deportivas de unos supuestos
compatriotas que se dedican a estafar al fisco y a vivir del cuento.
Tampoco hay que olvidar el
silencio absoluto de los llamados agentes sociales que en todo este tema del
rescate a la banca prefieren no pronunciarse. No sea caso que les cierren el
grifo y se les acabe el chollo.
Pasados varios días del rescate,
la verdad se hace evidente. Los datos macroeconómicos que manejan todos estos
embusteros que nos gobiernan, indican que la situación empeora día a día y que
ya hemos rebasado el borde del abismo. Más bien estamos a punto de estamparnos
contra el fondo.
Es hora de exigir explicaciones y
responsabilidades a todos aquellos estafadores y criminales que durante largo
tiempo han aprovechado sus posiciones de poder para enriquecerse a costa del
restos de personas que hemos ido viendo y aceptando esto como si fuera lo más
normal del mundo mientras vivíamos dentro de una burbuja de cristal cimentada
en el autoengaño inducido por la propaganda oficial de un sistema que a excepción
de unos pocos nos deslumbraba a todo el mundo.
Pero sobre todo es hora de autoexigirnos
acción y conciencia de cambio. Debemos estar totalmente convencidos y asumir
que esos cambios que muchas veces proclamamos de boquilla significan un giro
radical en nuestra forma de vivir y relacionarnos, necesitamos ser conscientes
de que el camino va a ser muy duro pero, también, de que es imprescindible
caminarlo.
5 comentarios:
Hay que preguntarse quien confecciona los datos, ese es el principio...
http://thescarletrevolutionary.wordpress.com/2012/06/16/la-diosa-christine-aprieta-para-ahogar-ya-empieza-a-faltar-el-aire/
Saludos rafaelianos, amigo Raúl.
Hola Temujin, gracias por la visita.
¿A qué te refieres con lo de quien confecciona los datos?
¿Qué datos?
Un saludo.
Hola Rafael
Saludo para ti también y gracias por el enlace.
Los datos macro económicos, a nadie le parece raro que existiendo una CIRBE se desconozca la deuda real de este país. ¿Porque a algunos país con deuda mayor sobre su PIB se les cataloga de una manera y a otros de otra?.
¿Quien clasifica nuestro riesgo? ¿No obtiene beneficios diferentes de clasificar de una forma u otra?..
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