Si tienes suerte y vives en el Norte tu esclavitud puede sobrellevarse a base de enajenación mental y un consumo desaforado de objetos inútiles y de corta vida que jamás te darán la libertad, pero crearán una ilusión de bienestar a tu alrededor suficiente para creer y amar el orden establecido.
Si vives en el Sur, todo se simplifica, tus opciones se reducen a tratar de sobrevivir vendiendo tu alma y tu energía vital a cambio de un salario de miseria en el mejor de los casos o, simplemente, luchando por arrancar a la madre Tierra algún fruto que haya escapado de la codicia de los esclavizadores.
En ambos casos, no fuimos los sometidos los que elegimos vivir así aunque, para la mayoría, fue algo que ya existía antes que nosotros y que nuestros mayores ya consideraban el orden natural establecido.
Sin embargo, nuestros actos afianzan día a día este orden establecido porque, bajo este sistema de miseria y muerte llamado capitalismo, es necesario que unos traspasen cada jornada la delgada línea que separa la pobreza de la muerte para que otros mantengamos nuestra ilusión intacta y nos sintamos afortunados.
Es necesario para el funcionamiento de la maquinaria capitalista que, diariamente, la explotación del ser humano y de los recursos naturales alcancen nuevas cotas, porque sin el eterno crecimiento los cimientos se corroen. Así pues, no hay cabida para lamentos e imprecaciones, la rueda debe seguir girando a la velocidad necesaria triturando a su paso cualquier atisbo de humanidad y solidaridad.
Los ideólogos del control de masas saben muy bien lo imprescindible de hacernos sentir afortunados, por no formar parte de la mitad del planeta que no sabe si va a sobrevivir un día más. Conocen la manera de canalizar nuestra preocupación por los menos afortunados (haciéndonos creer que somos seres superiores por ser capaces de ayudar a los demás, a pesar de que nuestra situación no acaba de ser la ideal) y la manejan de tal manera que hacen que nos olvidemos de que somos nosotros los que colaboramos necesariamente para que toda esa gente jamás abandone su permanente estado de pobreza y miseria. De esta manera nos integran aún más en sistema nocivo para el ser humano y el planeta.
Llegados a este punto, es necesario comprender que la lucha anticapitalista es, ante todo, la lucha por la libertad y la dignidad humana, por la conservación de nuestro planeta y sus recursos, por la necesaria hermandad de todos los seres humanos. Ante esta perspectiva debemos olvidarnos de cuestiones que son simples tonterías al lado de esto. No necesitamos establecer la supremacía de ningún sistema alternativo al capitalismo para derrotar a éste. Lo que necesitamos es crearlo e ir dándole forma, día a día, con el trabajo de todos, olvidarnos de etiquetas que alguna vez se inventaron pero que jamás se correspondieron con nada real y tangible.
El objetivo está claro, no podemos permitirnos a nosotros mismos seguir así. Este mundo es demencial. Se basa en la muerte de millones para que unos pocos vivan una vida irreal y vacía que ha sido encumbrada como el ideal del ser humano.
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En ambos casos, no fuimos los sometidos los que elegimos vivir así aunque, para la mayoría, fue algo que ya existía antes que nosotros y que nuestros mayores ya consideraban el orden natural establecido.
Sin embargo, nuestros actos afianzan día a día este orden establecido porque, bajo este sistema de miseria y muerte llamado capitalismo, es necesario que unos traspasen cada jornada la delgada línea que separa la pobreza de la muerte para que otros mantengamos nuestra ilusión intacta y nos sintamos afortunados.
Es necesario para el funcionamiento de la maquinaria capitalista que, diariamente, la explotación del ser humano y de los recursos naturales alcancen nuevas cotas, porque sin el eterno crecimiento los cimientos se corroen. Así pues, no hay cabida para lamentos e imprecaciones, la rueda debe seguir girando a la velocidad necesaria triturando a su paso cualquier atisbo de humanidad y solidaridad.
Los ideólogos del control de masas saben muy bien lo imprescindible de hacernos sentir afortunados, por no formar parte de la mitad del planeta que no sabe si va a sobrevivir un día más. Conocen la manera de canalizar nuestra preocupación por los menos afortunados (haciéndonos creer que somos seres superiores por ser capaces de ayudar a los demás, a pesar de que nuestra situación no acaba de ser la ideal) y la manejan de tal manera que hacen que nos olvidemos de que somos nosotros los que colaboramos necesariamente para que toda esa gente jamás abandone su permanente estado de pobreza y miseria. De esta manera nos integran aún más en sistema nocivo para el ser humano y el planeta.
Llegados a este punto, es necesario comprender que la lucha anticapitalista es, ante todo, la lucha por la libertad y la dignidad humana, por la conservación de nuestro planeta y sus recursos, por la necesaria hermandad de todos los seres humanos. Ante esta perspectiva debemos olvidarnos de cuestiones que son simples tonterías al lado de esto. No necesitamos establecer la supremacía de ningún sistema alternativo al capitalismo para derrotar a éste. Lo que necesitamos es crearlo e ir dándole forma, día a día, con el trabajo de todos, olvidarnos de etiquetas que alguna vez se inventaron pero que jamás se correspondieron con nada real y tangible.
El objetivo está claro, no podemos permitirnos a nosotros mismos seguir así. Este mundo es demencial. Se basa en la muerte de millones para que unos pocos vivan una vida irreal y vacía que ha sido encumbrada como el ideal del ser humano.
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10 comentarios:
Hola Alejandro
Bienvenido. Usamos los productos que nos brinda porque no queda otra. O volvemos a las palomas mensajeras o nos comunicamos con medios que controla el capital.
Un saludo.
Alejandro Kreiner:
Los productos no nos los brinda el capitalismo. Los brinda la naturaleza y el trabajo humano. En un sistema no-capitalista también puede haber internet o aviones. No caigamos en el error de que el progreso tecnbológico lo ha traído el capitalismo. La URSS en 1960 estaba tecnológicamente tan avanzada o más que EE.UU. Y ello sin esquilmar a países del tercer mundo, sin explotar a los trabajadores y recién salida de un sistema feudalista y dos devastadoras guerras.
Así pues, no es el capitalismo el que nos brinda avances técnicos (más bien los obstaculiza, como la cura contra el cáncer.) Lo que hace el capitalismo es convertir la necesidad natural de consumir productos de la naturaleza y manipularlos mediante el trabajo en un motivo de explotación y destrucción total, en desviar el objetivo natural, que es el disfrute de esos productos, en algo secundario, pues lo principal pasa a ser la mera acumulación de capital.
Raúl:
Estoy de acuerdo con la idea central: lo importante ahora es la unión contra el capitalismo, no las diferencias entre anticapitalistas. Eso sí, hay que tener cuidado de no caer en la trampa de considerar como anticapitalista lo que en realidad no lo es, por más que se autopublicite como tal.
Saludos.
Hola Dizdira
Esa es exactamente la idea que quería aclarar. Se necesita poner en claro el objetivo principal para tener alguna posibilidad.
En cuanto a las trampas, tal vez soy demasiado ingenuo para ciertas cosas pero sigo en el proceso de formarme y aprender. De todos modos, siempre estoy dispuesto a escuchar a quien sea y siempre estoy a tiempo de rebatir lo que sea. Creo que de esas experiencias se aprende mucho.
Un saludo.
Estoy contigo "No necesitamos establecer la supremacía de ningún sistema alternativo al capitalismo para derrotar a éste. Lo que necesitamos es crearlo e ir dándole forma, día a día, con el trabajo de todos..." porque el problema al que nos enfrentamos en estos momentos es a la caída por su propio peso y por su propia insostenibilidad del sistema capitalista.
Estamos asistiendo a la paradoja de que en las sociedades occidentales y desarrolladas, los trabajadores estamos dispuestos a todo, a un entreguismo total, con tal de sostener al capitalismo. Pero el número de excluidos sociales es cada vez mayor, mientras nos acercamos al abismo sin otro plan de acción que sacrificar todo atisbo de dignidad mientras el sistema se desmorona.
Hola Camino
Tienes mucha razón, nos hartamos de gritar que el capitalismo es el problema y, sin embargo, parece que estemos dispuesto a todo con tal de mantenerlo.
Aceptamos cualquier humillación porque nos hacen pensar que es necesario y al final se acaban proponiendo alternativas que lo único que hacen es refinar más el sistema.
Un saludo.
Dos grandes contradicciones son inherentes al Estado capitalista. La primera es la existente entre las clases que cohabitan en ese mismo marco. La segunda se refiere al hecho de que el mundo enriquecido mantenga su nivel de vida general (aunque más el de una minoría)a costa de la explotación y del saqueo de terceras naciones a las que empobrecen.
Sí, es cierto, este mundo, pues no conocemos otro, es demencial. Pero lo peor de todo estriba en no haber sido capaces de encontrar al psiquiatra idóneo hasta el momento.
Cordiales saludos,
Rafael Ángel
P.D.: He hecho otro comentario en tu entrada sobre la BRUTALIDAD Y LA REPRESIÓN.
Hola Rafael
Necesitaríamos un cambio total de cerebro, porque esta demencia no sé yo si se puede arreglar con psiquiatras, aunque fueran los mejores de la historia.
En fin, como dices vivimos rodeados de contradicciones y nuestra única esperanza es tratar de ser lo más coherentes a pesar de todo.
Un saludo y gracias por la visita.
es verdad que el progreso no esta casado con el capitalismo y habra quien pueda consumir sin medida pero muchos vivimos con lo imprescindible,el tener un coche no es un lujo ,es una necesidad, antes tenian mulas ¿era un lujo una mula?era una necesidad para poder trabajar,el coche hoy dia es una necesidad, es lujo tener un coche de marcas con precios desorbitantes,o comprarse ropa de marca que te sale mas cara que una de marca desconocida ¿es consumismo tener un hogar? no es consumismo, es derecho y necesidad, el consumismo es tener una mansion con jardines y piscina cubierta y climatizada,es consumismo comprar champan que cuesta hasta 1500 euros la botella para despues tirarselo por encima pero no confundamos consumismo con necesidad y menos que el capitalismo es el padre del progreso,por otra parte creo que hay que formar un frente popular pero ¡ya! eso si, sin el PSOE ni UGT ni CCOO (toma ya urdazi) un saludo raul
Hola jotake
Tienes razón en diferenciar entre consumo y necesidad. El progreso venido de la mano del capitalismo es una idea que no se sostiene, además habría que ver a que nos referimos con progreso porque cada día tengo más dudas acerca de ese supuesto "progreso" de la sociedad. A mi me parece que la socidad está más bien de regreso, es decir, que vamos para atrás.
Un saludo jotake.
Españistán y su Justicia. Familia perseguida y acosada desde el año 2001 (¿dónde se escondió la llamada Democracia y el tan cacareado Estado de Derecho?):
http://aims.selfip.org/~zzz_AQ8OVAPXU62DG7YC/doc/cap_0700.htm
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