Continuamos la serie de “Amigos de la Paz” con otro de los grandes criminales del siglo XX: Shimon Peres.
Shimon Peres (Simón Perski) nació en 1923 en Vishneva, Polonia (actualmente Bielorrusia). En 1935 emigró junto a su familia a Palestina, en aquella época bajo mandato británico, siguiendo los pasos de su padre (convencido sionista) que había hecho lo mismo tres años atrás.
La carrera criminal de Peres empieza a la temprana edad de 18 años cuando ingresa en la Haganá (organización paramilitar que en cualquier otro Estado del mundo sería considerada una sanguinaria organización terrorista pero que en Israel es algo así como un ejercito de liberación). En ella coincidió con otros importantes protagonistas de la historia del Estado terrorista de Israel como Isaac Rabin (con el que compartió Premio Nobel de la Paz), Ariel Sharon y Moshé Dayan entre otros. En 1947 fue nombrado alto mando de la Haganá por David Ben Gurion, al que se unió en el 22º Congreso Sionista Mundial, ocupándose del personal y de la producción y adquisición de armamento hasta que, en 1948, se autoproclamó el Estado de Israel y la Haganá dio paso al actual ejército israelí, el cual ha heredado el gusto por las actividades terroristas. Durante esos años la Haganá, con Peres como uno de sus dirigentes, atentó contra británicos y palestinos e, incluso, atentó contra los inmigrantes judíos que ellos mismos ayudaban a huir a Israel (se han documentado varios ataques de falsa bandera contra barcos que transportaban judíos desde Europa) con el único fin de debilitar el mandato británico y hacerse con el poder en Palestina.
A lo largo de los siguientes 20 años, ocupó diversos altos cargos dentro del Ministerio de Defensa, siendo pieza fundamental en el establecimiento de Israel como potencia armamentística. Estableció relaciones comerciales para comprar armas con Estados Unidos y Francia. Fue esta última la gran colaboradora en la construcción de la primera central nuclear israelí en Dimona. Francia siempre se mostró agradecida por la intervención de Israel en la invasión de la península del Sinaí en 1956.
Fue casi 30 años después cuando el mundo descubrió, gracias al coraje (y a la perdida de su libertad e integridad personal) de Mordecai Vannunu, que Dimona era un reactor de uso militar y que Israel poseía como mínimo un centenar de bombas atómicas. En la actualidad sigue sin conocerse el verdadero alcance del arsenal nuclear de Israel puesto que jamás ha permitido una inspección de verdad y se ha negado en reiteradas ocasiones a la firma del Tratado de No Proliferación Nuclear. Curiosamente, ahora es Peres (como presidente del país) el que exige la desintegración del Estado de Irán acusándole precisamente de no aceptar las condiciones que él siempre se ha negado a acatar.
El propio Peres admitió que la posesión de su arsenal nuclear era lo que les había allanado el camino para los futuros acuerdos de Oslo.
Tras su paso por el Ministerio de Defensa ostentó el máximo cargo en el Ministerio de Absorción (este pintoresco nombre se debe a que su cometido es facilitar la absorción de inmigrantes judíos, aunque en realidad es una especie de segundo Ministerio de Exteriores centrado en asuntos económicos) y en el Ministerio de Transporte y Comunicaciones desde donde empezó a gestar las líneas maestras del plan para tejer una red de carreteras por toda Palestina que aísla a los palestinos y comunica los asentamientos ilegales.
Finalmente, en 1974 fue nombrado Ministro de Defensa. Es en este mismo año cuando Peres realiza una de sus mayores hazañas como criminal terrorista: incentiva y funda el primer asentamiento judío en pleno corazón de Cisjordania: Kdumim. La política que se inicia a partir de ese momento conlleva la invasión y aniquilación del pueblo palestino y, como sabemos, sigue vigente en la actualidad al igual que el poder de Shimon Peres. Como resultado de esto han sido asesinados o mutilados miles de palestinos (mujeres y niños incluidos) y millones de desplazados que han tenido que dejar todo lo que tenían y aceptar su nueva condición de parias dispersos por los países de alrededor.
Dando un salto adelante llegamos a la década de los 80 donde ocupó cargos muy importantes (líder del partido laborista, Vice-Primer Ministro y Primer Ministro de Israel). En esta década se producen varios acontecimientos que catapultan a Shimon Peres a la cumbre del terrorismo mundial.
En 1982, como líder del partido en el poder, da su bendición al ataque de Begin y Sharon al Líbano y ordena mantener una zona de seguridad que perdura hasta el año 2000 y que todavía hoy sigue siendo causa de conflictos entre ambos países. Como resultado hay más de 20.000 muertos libaneses, el sur del país es devastado y su capital, Beirut, en ruinas. Durante la ocupación del Líbano destaca la brutalidad de la operación puño de hierro llevada a cabo en 1985, siendo Peres Primer Ministro, violando una vez más las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sin ninguna consecuencia (como viene siendo habitual en el caso de Israel).
Por otro lado, en esta misma década, Peres fue una pieza clave en el entramado del Irangate (básicamente este asunto consistía en la venta de armas por parte de Estados Unidos a Irán y con el dinero obtenido financiar el terrorismo de la contra nicaragüense contra el gobierno sandinista). Shimon Peres se propuso a sí mismo como intermediario entre Oliver North y los iraníes en la venta de armas (qué tiempos aquellos en que Israel e Irán eran socios). De todo aquello sacó una gran tajada económica, el agradecimiento eterno de los Estados Unidos y una ampliación enorme de su poder en Oriente Próximo.
Inició la década de los 90 reconociendo a la Organización para la Liberación de Palestina tras la Intifada iniciada por los palestinos en 1987. Todo aquel proceso culminó en 1993 con la ratificación del Acuerdo de Oslo, por el que un año más tarde recibiría el Nobel (en un principio era sólo para Isaac Rabin y Yasser Arafat pero Peres, en una muestra de su poder, hizo que le incluyeran).
El acuerdo de Oslo fue inmediatamente violado por Israel, aunque jamás tuvo la intención de respetarlo. Nunca se ha retirado de los territorios ocupados sino todo lo contrario, ha seguido ampliando su dominio año tras año. Nunca ha reconocido un Estado Palestino ni ha establecido conexión alguna entre Gaza y Cisjordania.
Seguramente, este acuerdo es una de las mayores burlas realizadas a la humanidad por parte de las élites dirigentes. Para rematar la chanza, Shimon Peres junto a Ariel Sharon, ordenaron el asedio y posterior asesinato de Yasser Arafat.
No estoy seguro, pero debe ser el único caso en la historia en que un Nobel de la Paz es el máximo responsable del asesinato de otro Nobel de la Paz.
Para coronar esta década, en 1996, siendo Primer Ministro de Israel, inicia un nuevo ataque al Líbano llegando a bombardear la oficina principal de la ONU en el pueblo de Qana, matando a más de cien personas que habían buscado refugio en aquel edificio. Ni siquiera por esas la ONU tomó posición contra Peres y, nuevamente, salió sin un rasguño de sus carnicerías asesinas.
Llegados al nuevo siglo, Peres sigue dirigiendo el terrorismo de Estado israelí, continuando con el cerco y las matanzas de palestinos. Además propició la construcción del muro de la vergüenza y los checkpoints con la única intención de aislar a los palestinos y llevarles a la muerte (es asombroso el parecido entre esto y los guetos en los que se vieron confinados los judíos). La magnitud de sus crímenes llevó a que por fin la ONU le acusara como responsable de crímenes de guerra en el Informe Goldstone a raíz de la invasión represiva del ejercito israelí de Gaza entre finales de 2008 y principios de 2009, donde Peres, Ehud Olmert, Tpzi Livni y Ehud Barack son responsables de la limpieza étnica de cientos de palestinos. Es conocido el uso de armas de destrucción masiva durante dichas masacres y posteriores represiones.
Ahora, para mayor gloria, se pavonea por medio mundo esgrimiendo su mejor cara gracias a un nuevo proceso de paz en el que nadie cree pero del que todos hablan.
Este es, a grandes rasgos, el bagaje de Shimon Peres Premio Nobel de la Paz 1994. Sobre sus espaldas y su conciencia (esté donde esté) pesarán para siempre la muerte de miles de personas alrededor del mundo, también pesaran el dolor y el sufrimiento de millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus vidas, sus casas, sus raíces en definitiva por culpa de sus planes para establecer el predominio de un Estado Sionista. Pesa, sobre todo, el genocidio constante que mantiene contra el pueblo palestino a lo largo de tantos y tantos años.
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Shimon Peres (Simón Perski) nació en 1923 en Vishneva, Polonia (actualmente Bielorrusia). En 1935 emigró junto a su familia a Palestina, en aquella época bajo mandato británico, siguiendo los pasos de su padre (convencido sionista) que había hecho lo mismo tres años atrás.
La carrera criminal de Peres empieza a la temprana edad de 18 años cuando ingresa en la Haganá (organización paramilitar que en cualquier otro Estado del mundo sería considerada una sanguinaria organización terrorista pero que en Israel es algo así como un ejercito de liberación). En ella coincidió con otros importantes protagonistas de la historia del Estado terrorista de Israel como Isaac Rabin (con el que compartió Premio Nobel de la Paz), Ariel Sharon y Moshé Dayan entre otros. En 1947 fue nombrado alto mando de la Haganá por David Ben Gurion, al que se unió en el 22º Congreso Sionista Mundial, ocupándose del personal y de la producción y adquisición de armamento hasta que, en 1948, se autoproclamó el Estado de Israel y la Haganá dio paso al actual ejército israelí, el cual ha heredado el gusto por las actividades terroristas. Durante esos años la Haganá, con Peres como uno de sus dirigentes, atentó contra británicos y palestinos e, incluso, atentó contra los inmigrantes judíos que ellos mismos ayudaban a huir a Israel (se han documentado varios ataques de falsa bandera contra barcos que transportaban judíos desde Europa) con el único fin de debilitar el mandato británico y hacerse con el poder en Palestina.
A lo largo de los siguientes 20 años, ocupó diversos altos cargos dentro del Ministerio de Defensa, siendo pieza fundamental en el establecimiento de Israel como potencia armamentística. Estableció relaciones comerciales para comprar armas con Estados Unidos y Francia. Fue esta última la gran colaboradora en la construcción de la primera central nuclear israelí en Dimona. Francia siempre se mostró agradecida por la intervención de Israel en la invasión de la península del Sinaí en 1956.
Fue casi 30 años después cuando el mundo descubrió, gracias al coraje (y a la perdida de su libertad e integridad personal) de Mordecai Vannunu, que Dimona era un reactor de uso militar y que Israel poseía como mínimo un centenar de bombas atómicas. En la actualidad sigue sin conocerse el verdadero alcance del arsenal nuclear de Israel puesto que jamás ha permitido una inspección de verdad y se ha negado en reiteradas ocasiones a la firma del Tratado de No Proliferación Nuclear. Curiosamente, ahora es Peres (como presidente del país) el que exige la desintegración del Estado de Irán acusándole precisamente de no aceptar las condiciones que él siempre se ha negado a acatar.
El propio Peres admitió que la posesión de su arsenal nuclear era lo que les había allanado el camino para los futuros acuerdos de Oslo.
Tras su paso por el Ministerio de Defensa ostentó el máximo cargo en el Ministerio de Absorción (este pintoresco nombre se debe a que su cometido es facilitar la absorción de inmigrantes judíos, aunque en realidad es una especie de segundo Ministerio de Exteriores centrado en asuntos económicos) y en el Ministerio de Transporte y Comunicaciones desde donde empezó a gestar las líneas maestras del plan para tejer una red de carreteras por toda Palestina que aísla a los palestinos y comunica los asentamientos ilegales.
Finalmente, en 1974 fue nombrado Ministro de Defensa. Es en este mismo año cuando Peres realiza una de sus mayores hazañas como criminal terrorista: incentiva y funda el primer asentamiento judío en pleno corazón de Cisjordania: Kdumim. La política que se inicia a partir de ese momento conlleva la invasión y aniquilación del pueblo palestino y, como sabemos, sigue vigente en la actualidad al igual que el poder de Shimon Peres. Como resultado de esto han sido asesinados o mutilados miles de palestinos (mujeres y niños incluidos) y millones de desplazados que han tenido que dejar todo lo que tenían y aceptar su nueva condición de parias dispersos por los países de alrededor.
Dando un salto adelante llegamos a la década de los 80 donde ocupó cargos muy importantes (líder del partido laborista, Vice-Primer Ministro y Primer Ministro de Israel). En esta década se producen varios acontecimientos que catapultan a Shimon Peres a la cumbre del terrorismo mundial.
En 1982, como líder del partido en el poder, da su bendición al ataque de Begin y Sharon al Líbano y ordena mantener una zona de seguridad que perdura hasta el año 2000 y que todavía hoy sigue siendo causa de conflictos entre ambos países. Como resultado hay más de 20.000 muertos libaneses, el sur del país es devastado y su capital, Beirut, en ruinas. Durante la ocupación del Líbano destaca la brutalidad de la operación puño de hierro llevada a cabo en 1985, siendo Peres Primer Ministro, violando una vez más las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sin ninguna consecuencia (como viene siendo habitual en el caso de Israel).
Por otro lado, en esta misma década, Peres fue una pieza clave en el entramado del Irangate (básicamente este asunto consistía en la venta de armas por parte de Estados Unidos a Irán y con el dinero obtenido financiar el terrorismo de la contra nicaragüense contra el gobierno sandinista). Shimon Peres se propuso a sí mismo como intermediario entre Oliver North y los iraníes en la venta de armas (qué tiempos aquellos en que Israel e Irán eran socios). De todo aquello sacó una gran tajada económica, el agradecimiento eterno de los Estados Unidos y una ampliación enorme de su poder en Oriente Próximo.
Inició la década de los 90 reconociendo a la Organización para la Liberación de Palestina tras la Intifada iniciada por los palestinos en 1987. Todo aquel proceso culminó en 1993 con la ratificación del Acuerdo de Oslo, por el que un año más tarde recibiría el Nobel (en un principio era sólo para Isaac Rabin y Yasser Arafat pero Peres, en una muestra de su poder, hizo que le incluyeran).
El acuerdo de Oslo fue inmediatamente violado por Israel, aunque jamás tuvo la intención de respetarlo. Nunca se ha retirado de los territorios ocupados sino todo lo contrario, ha seguido ampliando su dominio año tras año. Nunca ha reconocido un Estado Palestino ni ha establecido conexión alguna entre Gaza y Cisjordania.
Seguramente, este acuerdo es una de las mayores burlas realizadas a la humanidad por parte de las élites dirigentes. Para rematar la chanza, Shimon Peres junto a Ariel Sharon, ordenaron el asedio y posterior asesinato de Yasser Arafat.
No estoy seguro, pero debe ser el único caso en la historia en que un Nobel de la Paz es el máximo responsable del asesinato de otro Nobel de la Paz.
Para coronar esta década, en 1996, siendo Primer Ministro de Israel, inicia un nuevo ataque al Líbano llegando a bombardear la oficina principal de la ONU en el pueblo de Qana, matando a más de cien personas que habían buscado refugio en aquel edificio. Ni siquiera por esas la ONU tomó posición contra Peres y, nuevamente, salió sin un rasguño de sus carnicerías asesinas.
Llegados al nuevo siglo, Peres sigue dirigiendo el terrorismo de Estado israelí, continuando con el cerco y las matanzas de palestinos. Además propició la construcción del muro de la vergüenza y los checkpoints con la única intención de aislar a los palestinos y llevarles a la muerte (es asombroso el parecido entre esto y los guetos en los que se vieron confinados los judíos). La magnitud de sus crímenes llevó a que por fin la ONU le acusara como responsable de crímenes de guerra en el Informe Goldstone a raíz de la invasión represiva del ejercito israelí de Gaza entre finales de 2008 y principios de 2009, donde Peres, Ehud Olmert, Tpzi Livni y Ehud Barack son responsables de la limpieza étnica de cientos de palestinos. Es conocido el uso de armas de destrucción masiva durante dichas masacres y posteriores represiones.
Ahora, para mayor gloria, se pavonea por medio mundo esgrimiendo su mejor cara gracias a un nuevo proceso de paz en el que nadie cree pero del que todos hablan.
Este es, a grandes rasgos, el bagaje de Shimon Peres Premio Nobel de la Paz 1994. Sobre sus espaldas y su conciencia (esté donde esté) pesarán para siempre la muerte de miles de personas alrededor del mundo, también pesaran el dolor y el sufrimiento de millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus vidas, sus casas, sus raíces en definitiva por culpa de sus planes para establecer el predominio de un Estado Sionista. Pesa, sobre todo, el genocidio constante que mantiene contra el pueblo palestino a lo largo de tantos y tantos años.
8 comentarios:
Lo de la realcion ONU-Israel-EEUU es una vergüenza. A cualquier otro pais por la mitad de lo que hacen ellos ya se les habrian o invadido o bloqueado economicamente, pero ellos no, ellos pueden pisotearnos y reirse a la vez.
Dentro de unos años tendras que hacer este analisis pero con el premio de la Paz a Obama, otro que tambien baila.
Salud !
Gracias por el comentario Arturo.
Lo cierto es que Obama está en mi lista pero, lamentablemente, la lista es muy larga.
Gracias por el excelente resumen.
Hola Raúl.
Es bueno que todo esto se sepa.
Un abrazo de un blog amigo.
Gracias por la visita y el comentario. Un abrazo.
Aunque un poco tarde vengo a leer esta nueva entrada de tu magnífica serie sobre laos "amigos de la paz"
Incorporas datos muy interesantes y para mí algunos desconocidos.
Como bien demuestras es una auténtica vergüenza esta concesión y demuestra una vez más la distancia que hay entre la realidad y la burbuja virtual en la que viven políticos y altas instituciones.
Gracias por tu esfuerzo. Me guardo la entrada para que no se me olvide.
Por cierto intento poner tu blog en mi lista de lecturas pero cuando pongo la dirección de tu blog, no la coge.
Buena noche.
Un beso
No sé cual puede ser el problema con la dirección, de todas maneras no te preocupes y gracias por el comentario.
Un saludo.
Te he dejado el mensaje en otra entrada de hace tiempo. Hoy voy de despistada total.
Ya he resuelto el problema y te he podido incluir en mi lista.
¡Chao1
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