jueves, 30 de junio de 2011

ESTRATEGIA UE 2020: UNA NUEVA VUELTA DE TUERCA NEOLIBERAL

La Comisión Europea y el Consejo han hecho propuestas para conceder a la Unión Europea nuevos poderes sobre elementos esenciales del bienestar social, incluidas las prestaciones sociales y los salarios. Esto se quiere hacer bajo un nuevo procedimiento tecnocrático (difícil de seguir e imposible de influenciar por aquellos a los que va a afectar, es decir, nosotros) Las propuestas plasman una agenda corporativa social y económica que constituirá una revolución silenciosa impuesta desde arriba, sin ningún debate democrático real o participación popular. Esto representa que las grandes corporaciones pasarán a ser de “manera legal” los dueños de Europa (simplemente se pone por escrito porque hace tiempo que lo eran).
Los Estados miembros han aceptado conceder poderes muy importantes a las instituciones europeas, poderes relativos a la supervisión y a un control mucho más estricto de las finanzas públicos. Por ejemplo, las políticas presupuestarias dejarán de ser políticas nacionales.
Esta Estrategia y las nuevas normas de gobernanza económica proporcionan el marco perfecto para la aplicación por vía rápida de las reformas tanto a nivel nacional como internacional.

En marzo de 2010 se presentó la Estrategia UE 2020, que consta de tres componentes principales:

1- El Semestre Europeo.
Este es un procedimiento por el cual las propuestas de presupuestos de los Estados miembros se discutirán cada año en abril en la Comisión y en el Consejo, antes de los debates en los parlamentos nacionales. Este elemento ya ha sido adoptado y ha empezado a aplicarse en este 2011. todas las demás propuestas están relacionadas con este procedimiento. De esta manera, los Estados dejarán que sea ese ente llamado UE quien decida en qué debe gastarse el dinero de todas las personas residentes.

2- Cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento
Este pacto fija el límite de deuda pública en el 60% del PIB y un déficit del 3%, las nuevas propuestas establecen el ritmo obligado para reducir la deuda de los Estados miembros. Establecer este ritmo limita la capacidad de los Gobiernos para hacer grandes inversiones y promover el crecimiento.
La Confederación Europea de Sindicatos (CES) denuncia el plan en los siguientes términos: “la gobernanza económica, como la propone actualmente la Comisión no supone más que recortes: recorte de salarios, recorte de puestos de trabajo, recorte de protección contra el despido fácil, recorte de prestaciones sociales, recorte de servicios públicos. Los trabajadores tienen que hacer frente a los enormes costes de la crisis”. En España como en muchos otros países ya hemos empezado a sentir en nuestras propias carnes qué significa este punto.

3- Prevenir los desequilibrios macroeconómicos
La idea es tener un sistema de alerta rápida y amplios poderes de intervención en la política económica de los Estados miembros, incluso mediante exigencias para que el presupuesto del Estado sea redistribuido para ajustarse a la estrategia de la UE de políticas económicas sólidas orientadas al crecimiento. Esto se consigue mediante la introducción de un nuevo procedimiento estándar para abordar las políticas económicas de los Estados miembros: El “procedimiento de desequilibrio excesivo”.
En primer lugar, se definen los desequilibrios macroeconómicos que no quedan muy claros en la redacción del procedimiento, lo cual deja vía libre a la UE para intervenir cuando quiera. Es decir, los parámetros con los que se puede evaluar la economía de un Estado miembro abarcan un amplio abanico de asuntos e incluyen la política fiscal, la política laboral y la composición de la deuda.
Después, la Comisión define los niveles de alerta para determinar cuándo tienen que tomar medidas.
A partir de ahí, el Consejo puede exigir que los Estados elaboren un plan de acción que, si no les convence, pueden modificarlo. Las recomendaciones se podrían referir al funcionamiento de los mercados laboral, de productos y servicios, de conformidad con las orientaciones generales de política económica y las directrices de empleo también podrían referirse tanto a los ingresos como a los gastos. En realidad, se deja vía libre para recortes en salarios y medidas de protección social.
Finalmente, si un Estado miembro forma parte de la Eurozona, se le pueden imponer sanciones económicas de alrededor de un 0.1% del PIB anual.

El nuevo procedimiento de desequilibrio excesivo y las otras propuestas se basan en una serie de ideas sobre las mejores vías para salir de la crisis y para evitar nuevas (todo esto en opinión de los dirigentes europeos, ¡por supuesto!) En la última década, la competitividad se ha convertido en el objetivo principal de la Unión Europea. Es por ello, que no dejan de ordenar recortes salariales y de derechos sociales y laborales porque es su forma de competir con aquellos Estados donde se trabaja en régimen de semi esclavitud.
La estrategia UE 2020, es una versión revisada de la estrategia Lisboa 2000. aquí, la competitividad es sinónimo de mercados laborales flexibles (despidos a coste cero), reducción drástica de las pensiones públicas, comercialización de los servicios públicos, reforma de la educación y de las políticas de investigación para servir de manera más directa a las grandes empresas.

Toda esta estrategia viene avalada por las campañas salvajes de lobbys industriales como la Mesa Redonda Europea de Industriales (ERT), un club exclusivo de ejecutivos de las grandes compañías transnacionales. ERT ha conseguido diseñar la agenda política europea y ha presionado para desplazar el poder y el debate político de los estados a la UE.
La estrategia de competitividad ha tenido un impacto enorme sobre las políticas europeas. La liberalización de los servicios se ha llevado a cabo de una manera que amenaza la legislación laboral, los servicios públicos se han liberalizado, la burocracia que molestaba a las grandes empresas se ha reducido en el marco de la liberación de servicios, el desarrollo de la agenda social se ha parado, los procesos de decisión se han acelerado y se han eliminado del debate político abierto de una forma que beneficia a los intereses de la comunidad empresarial.
En un documento de 2002, la ERT escribía: “ las implicaciones de los presupuestos nacionales y de las medidas principales de política fiscal nacional se deberían revisar por la UE en su fase de redacción.” Ocho años más tarde, la UE introducía esto que acabamos de ver y lo llamaba “Semestre europeo”.

La Comisión ha argumentado que los desequilibrios presentes antes de la crisis financiera y la consiguiente contracción del crédito han provocado las crisis profunda de Grecia, Irlanda, Portugal y España. La competitividad en Grecia se estaba quedando muy por detrás del resto; en España e Irlanda las burbujas inmobiliarias eran evidentes. Sin embargo, habría sido útil que la Comisión hubiera profundizado un poco más en las causas de estos desequilibrios. Es normal que no lo haga porque tanto las divergencias de competitividad como la presencia de burbujas especulativas están directamente relacionadas con el euro y la UE.
El euro introdujo un nuevo tipo de política de “empobrecimiento del vecino” que beneficia principalmente a Alemania, ya que en la eurozona, la economía con los mejores resultados se hace más fuerte si las economías más débiles no pueden devaluar. También hay que ver cómo un efecto de la unión monetaria las burbujas especulativas. Al compartir el mismo tipo de interés Alemania y las economías periféricas, el tipo tiende a ser demasiado alto para Alemania y demasiado bajo para países como España e Irlanda. Como consecuencia, los bancos prestan dinero, pero no para fines productivos, sino para especulación inmobiliaria.

De todo esto se desprende, que el tipo de cooperación fiscal resultante conllevará un precio muy alto para los países de la periferia como España, puesto que se insiste una y otra vez en que estos países paguen los desequilibrios del proyecto del euro haciendo ajustes para aumentar su productividad.

Esta respuesta a la crisis viene determinada por la posición de poder que mantienen Francia y, sobre todo, Alemania en la UE. Van a aprovechar la situación para esquilmar el resto de Europa y conseguir una base sólida para que sus grandes corporaciones multipliquen beneficios en aras de la cohesión en la eurozona y para que sus bancos privados cobren todos los intereses creados al especular con las deudas de aquellos países que previamente han destruido a través de la especulación.

Esta es una revolución drástica en un intervalo de tiempo muy corto y su rapidez se debe a la urgencia de la crisis económica. Es un ejemplo de lo que describe Naomi Klein en su doctrina del shock. La aprobación de esta revolución es el principio de una nueva fase, lejos del debate público, de la Unión Europea. La Comisión y los Estados miembros han decidido todo esto a espaldas de las personas. El mensaje parece claro: el pueblo no pinta nada. Por eso, hoy más que nunca es imprescindible que seamos millones los que tomemos las calles y los centros de decisión política y económica. O tomamos el poder o el poder nos destruirá.

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viernes, 24 de junio de 2011

19-J EN CASTELLÓN





Pasados unos días desde el 19-J, es momento de hacer balance de lo vivido en primera persona.

Ante todo, debo decir que compartir esa jornada de protesta con más de 6.000 personas es una sorpresa y una alegría enorme. Para todos aquellos a los que esta cantidad de personas os parece irrisoria, quiero aclararos que la manifestación a la que asistí y de la que os hablo tuvo lugar en la ciudad de Castellón. Efectivamente, la ciudad de los caciques populares, la ciudad de los aeropuertos para las personas, de los tranvías sin destino, del inmovilismo por antonomasia.

Dicen los más viejos del lugar que les costaba recordar una manifestación tan numerosa en las últimas décadas y se mostraban encantados ante el espectáculo que ofrecía semejante multitud.

Para los que conozcáis la ciudad, baste decir que la manifestación ocupaba toda la avenida Rey Don Jaime y la plaza Clavé; para los que no la conozcáis, imaginaros una de las arterias más importantes de vuestra ciudad repleta de personas.

















































Personalmente, estoy muy satisfecho porque empiezo a ver que la gente deja de corear consignas sin sentido en favor de propuestas que sólo son pequeños parches al sistema y empieza a reclamar verdaderas alternativas al sistema. Mención especial merecen todas las consignas referidas a nuestro político más popular (nunca mejor dicho) Carlos Fabra.

Esta manifestación ha supuesto un enorme empujón al esfuerzo que muchas personas realizamos en el día a día por tratar de construir algo grande y verdaderamente revolucionario. Supone un espaldarazo a muchas horas de dedicación, pero eso sí, es tan sólo el inicio de un movimiento que debe llevarnos sin remisión a una alternativa al sistema capitalista que nos permita a los seres humanos y a la Tierra situarnos por encima de los beneficios económicos.



domingo, 12 de junio de 2011

SEAMOS VALIENTES

Vivimos tiempos complicados y difíciles de comprender. Todas aquellas personas que, como yo, nacimos durante la transición, crecimos con la promesa de un futuro esplendoroso después de muchos años en los que la muerte, el hambre, la miseria y la represión habían causado estragos entre gran parte de los habitantes de este país. Nuestros mayores nos hablaban con esperanza e ilusión del porvenir que nos esperaba.

Fuimos creciendo y entramos en la Unión Europea (entonces la CEE) todo parecía que marchaba viento en popa. De vez en cuando, se producían contratiempos que desencantaban un poco al personal pero siempre se seguía adelante con un espíritu de superación y con la convicción de que todo iba a ir mejor. En esto nos incorporamos al mundo laboral y el dinero parecía caído del cielo (casi daba igual de que trabajaras porque en todos lados se ganaba dinero), el consumo se disparó hacia el infinito y nos vimos rodeados de abundancia. No supimos o no quisimos ver la que se nos venía encima y eso que siempre hubo voces (entonces me parecían pocas y débiles, más tarde he comprendido que no eran tan pocas ni tan débiles sino que estaban silenciadas por el sistema hegemónico) con criterio que nos advertían de lo que estaba sucediendo y del engaño en el que nos habíamos instalado.


Ahora, ya hemos acumulado una cuanta experiencia y unas cuantas vivencias que nos permiten tener una perspectiva más amplia del mundo que nos rodea y nos damos cuenta de cuanta razón tenían aquellas voces minimizadas de hace unos años. Vivimos absolutamente engañados gracias al poder que tienen y siempre han tenido los grandes capitalistas. Han tejido para nosotros una red de falsa opulencia y libertad atrayéndonos hacia el mismísimo centro de esa red para, una vez allí, atraparnos y no dejarnos escapar, y hemos caído en la trampa sin oponer apenas resistencia. Nos han atrapado en una espiral de consumo desmesurado y de una violencia económica e intelectual que prácticamente nos ha dejado sin respuesta, lo cual les ha permitido despojarnos de la mayoría de nuestros derechos y nuestra libertad como seres humanos. Estamos siendo reducidos a la condición de esclavos, esto es así literalmente en muchos países donde desde hace siglos las personas son consideradas meras mercancías que se utilizan para mayor gloria y beneficio del capital. En otros países nos empezamos a dar cuenta de que también lo somos (aunque el envoltorio es más bonito y lujoso, en el fondo la intención es la misma) y tanto allí como aquí, en el momento en que alguien alza la voz es reprimido por la ingente cantidad de recursos que los Estados destinan a la represión. Así se ponen en marcha todos los mecanismos disponibles. Empezando por los más directos como ejércitos, policías, e incluso, cuerpos paramilitares; siguiendo por los medios de comunicación que criminalizan de inmediato a todo aquel que tiene algo que decir contra el sistema capitalista y terminando por un sistema educativo diseñado específicamente para crear seres sin espíritu crítico y totalmente doblegados ante un sistema social organizado alrededor del capital. Mención especial para toda esa pseudointelectualidad que justifica la necesidad de que las cosas continúen igual y centran todos sus esfuerzos en perpetuar esta situación.


Ante todo esto, sólo caben dos opciones: acatar y participar activamente de este régimen de esclavitud o posicionarse a favor del cambio radical de sistema. No caben las medias tintas en esta cuestión, no existe un capitalismo menos malo al que se pueda llegar a través de parches y pequeñas modificaciones.


Esto es una cuestión de todo o nada, o aceptamos la esclavitud o luchamos por la libertad.
La opción es personal pero la decisión que cada uno tome afectará al conjunto de la humanidad.





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miércoles, 1 de junio de 2011

PASE LO QUE PASE

Arropado por el calor que transmite la ola de concienciación política que pasea por muchos territorios de este vasto mundo siento como el cambio de miras se está produciendo, sin embargo, no puedo dejar de pensar en lo lamentable que sería dejar pasar esta oportunidad sin llegar a proponer verdaderos cambios que afectaran realmente al modo en que vivimos.

A mi alrededor veo y oigo como muchísimas personas se esfuerzan por lograr una mejora del sistema democrático y para ello eligen el camino del cambio de ley electoral, el mayor control sobre lo que hacen y dejan de hacer los políticos y que se tenga en cuenta la voz de la ciudadanía a través de las ILP (Iniciativa Legislativa Popular) y los referéndums y/o consultas populares. Todas estas reivindicaciones y tantas otras que van surgiendo me parecen estupendas pero insuficientes.

Como participante activo de esta marea colectiva trato de aportar mis puntos de vista y, sobre todo, trato de razonar acerca de la incompatibilidad que para mí existe entre una verdadera democracia y el sistema capitalista.
De nada sirve un reparto más proporcional de los votos o garantizar que los políticos corruptos no puedan acceder a cargo alguno mientras no se ataque el principal problema del mundo actual: la absoluta desigualdad entre las personas producida por un sistema dominante que obliga a malvivir (o directamente a morir) a la mayoría de la población para que unos pocos puedan nadar en la más escandalosa abundancia. El verdadero objetivo de este “movimiento” de indignación debe estar en las esferas financieras y empresariales que son las que realmente controlan las políticas en los diferentes países. Hay que apuntar alto y apostar muy fuerte porque, de lo contrario, se corre el riesgo de no conseguir nada realmente importante.

Podemos hacer que el sistema se abra a más partidos políticos que representen una mayor pluralidad, pero eso no servirá de nada mientras estos partidos dependan del sistema financiero para subsistir por lo que jamás se podrá luchar en igualdad de condiciones. Por no mencionar que este entramado capitalista (y los medios de comunicación que controlan) es el principal garante del bipartidismo que tanto estamos criticando.

Podemos conseguir que nuestra voz sea tenida en cuenta e incluso sea acatada por los políticos pero aunque así sea no se verá reflejada en ninguna acción política si no se consigue el control económico y se garantiza su uso con criterios sociales y éticos y no de beneficios.

Podemos conseguir que personas honradas ocupen los cargos públicos pero se verán con las manos atadas (o venderán su alma al diablo) si no empezamos a hacer frente a los grandes capitalistas y su absoluto control. Porque ellos no han dudado, ni dudarán jamás, de qué es aquello que les interesa: mantenernos siempre alejados del verdadero poder y sometidos totalmente a su voluntad.

Todo esto no es ninguna objeción a lo que está sucediendo alrededor del planeta. Como persona implicada en los acontecimientos trato de hacer mis aportaciones que pueden coincidir, o no, con las de muchas otras personas; sin embargo, ello no va a hacer que deje de luchar y apoyar todas aquellas acciones que nos acerquen cada vez más a una sociedad donde no sea necesario que muchos mueran para que otros podamos vivir mejor. Por eso, sigo y seguiré movilizado independientemente de cómo se desarrollan los acontecimientos porque considero que una vez se toma conciencia de la maldad del sistema es imposible dar marcha atrás y hacer como si nada pasara. El camino de la lucha lo inicié hace cierto tiempo y lo seguiré hasta el final.

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